Crítica de la obra teatral “Dos Menos”
A diferencia de esa gran obra teatral titulada “Seis personajes en busca de un actor”, de Luigi Pirandello, en el caso del espectáculo “Dos Menos” se trata de dos actores en busca de un personaje. Sucede que tratándose de artistas tan dúctiles, con tantos éxitos y años de trayectoria como es el caso de Pepe Sacristán y Héctor Alterio, es difícil definir y encontrar un papel que encaje en la talla de dos grandes, como es el caso de quienes acabamos de mencionar.
Estrenada desde hace pocos meses, en la Sala Pablo Neruda, del Complejo La Plaza de la calle Corrientes, esta obra cuenta con la dirección del actor Oscar Martínez y se desarrolla semana tras semana a sala llena. Una sala caracterizada la mayoría de las veces por un público maduro, que sobrepasa los 40 y 50 inclusive, salvo raras excepciones. La autoría de la obra pertenece a Samuel Benchetrit, en la versión de Fernando Masllorens y Federico González del Pino. Completan el elenco Diana Lamas y Claudio Da Passano.
Ahora bien, ¿de qué trata “Dos menos”? Según las palabras del director “En Dos Menos el joven autor logra algo a priori impensable: hacernos reír con las vicisitudes de dos personajes que padecen una enfermedad terminal y que se encuentran al borde de la muerte. El destino ha querido juntarlos en la sala de terapia intensiva de un hospital para que compartan sus últimos días, esa es la premisa, el punto de partida”. O tal vez de llegada…
Es curioso pero este espectáculo nos mueve a reflexionar sobre el sentido de la vida. Venimos a este mundo sufriendo y con llanto, y del mismo modo llegamos al final de nuestros días. Sólo que a medida que pasa el tiempo nos vamos conformando con las circunstancias, nos volvemos más egoístas, menos ingenuos, más descreídos y en muchos casos absolutamente resignados a todos y a todo.
Así lo demuestran estos dos personajes a lo largo de la obra. Uno engañándose a sí mismo, con la creencia de que su familia no va a visitarlo porque justo a la hora de visita televisan el Tur de Francia. Se trata de un vendedor de televisores al cual después de haber tenido dos hijos con su mujer le diagnostican una infertilidad innata y de nacimiento…
El otro personaje, el de Sacristan es un hombre que huyó de espanto al enterarse que iba a ser padre, para ya nunca más encontrar pese a su búsqueda denodada a su mujer y a su hijo. Se trata de un personaje por momentos áspero, ácido pero en el fondo querible. Descreído de todo, calzado en una especie de coraza contra el dolor y la nostalgia pero que al final de la obra y movido por su compañero concluye su búsqueda de toda la vida, como si terminará mano a mano con la vida, sin cuentas ni asignaturas pendientes.
Ambos compañeros de terapia deciden huír del hospital y en el camino, sobre la ruta de noche se cruzan con una mujer embarazada que les implora que convenzan a su pareja para que no sienta miedo de su inminente paternidad y regrese a su lado. Asi es como estos dos personajes en una búsqueda desopilante por la casa de la joven, en un local bailable o a la vera de un arroyo van entretejiendo sus propias historias rememorando cual cinta cinematográfica, exponiendo crudamente pero a la vez con un humor tierno e inteligente sus virtudes, sus dudas, sus miedos y sus miserias.
Una obra recomendable para ir a ver. Sin grandes expectativas por el texto de la misma pero con la certeza de que los actores estarán a la altura de sus personajes y a veces incluso sobrepasando a los mismos por su innato virtuosismo actoral.
A diferencia de esa gran obra teatral titulada “Seis personajes en busca de un actor”, de Luigi Pirandello, en el caso del espectáculo “Dos Menos” se trata de dos actores en busca de un personaje. Sucede que tratándose de artistas tan dúctiles, con tantos éxitos y años de trayectoria como es el caso de Pepe Sacristán y Héctor Alterio, es difícil definir y encontrar un papel que encaje en la talla de dos grandes, como es el caso de quienes acabamos de mencionar.
Estrenada desde hace pocos meses, en la Sala Pablo Neruda, del Complejo La Plaza de la calle Corrientes, esta obra cuenta con la dirección del actor Oscar Martínez y se desarrolla semana tras semana a sala llena. Una sala caracterizada la mayoría de las veces por un público maduro, que sobrepasa los 40 y 50 inclusive, salvo raras excepciones. La autoría de la obra pertenece a Samuel Benchetrit, en la versión de Fernando Masllorens y Federico González del Pino. Completan el elenco Diana Lamas y Claudio Da Passano.
Ahora bien, ¿de qué trata “Dos menos”? Según las palabras del director “En Dos Menos el joven autor logra algo a priori impensable: hacernos reír con las vicisitudes de dos personajes que padecen una enfermedad terminal y que se encuentran al borde de la muerte. El destino ha querido juntarlos en la sala de terapia intensiva de un hospital para que compartan sus últimos días, esa es la premisa, el punto de partida”. O tal vez de llegada…
Es curioso pero este espectáculo nos mueve a reflexionar sobre el sentido de la vida. Venimos a este mundo sufriendo y con llanto, y del mismo modo llegamos al final de nuestros días. Sólo que a medida que pasa el tiempo nos vamos conformando con las circunstancias, nos volvemos más egoístas, menos ingenuos, más descreídos y en muchos casos absolutamente resignados a todos y a todo.
Así lo demuestran estos dos personajes a lo largo de la obra. Uno engañándose a sí mismo, con la creencia de que su familia no va a visitarlo porque justo a la hora de visita televisan el Tur de Francia. Se trata de un vendedor de televisores al cual después de haber tenido dos hijos con su mujer le diagnostican una infertilidad innata y de nacimiento…
El otro personaje, el de Sacristan es un hombre que huyó de espanto al enterarse que iba a ser padre, para ya nunca más encontrar pese a su búsqueda denodada a su mujer y a su hijo. Se trata de un personaje por momentos áspero, ácido pero en el fondo querible. Descreído de todo, calzado en una especie de coraza contra el dolor y la nostalgia pero que al final de la obra y movido por su compañero concluye su búsqueda de toda la vida, como si terminará mano a mano con la vida, sin cuentas ni asignaturas pendientes.
Ambos compañeros de terapia deciden huír del hospital y en el camino, sobre la ruta de noche se cruzan con una mujer embarazada que les implora que convenzan a su pareja para que no sienta miedo de su inminente paternidad y regrese a su lado. Asi es como estos dos personajes en una búsqueda desopilante por la casa de la joven, en un local bailable o a la vera de un arroyo van entretejiendo sus propias historias rememorando cual cinta cinematográfica, exponiendo crudamente pero a la vez con un humor tierno e inteligente sus virtudes, sus dudas, sus miedos y sus miserias.
Una obra recomendable para ir a ver. Sin grandes expectativas por el texto de la misma pero con la certeza de que los actores estarán a la altura de sus personajes y a veces incluso sobrepasando a los mismos por su innato virtuosismo actoral.
…Has recorrido un largo camino
Sólo mencionaremos de la extensísima trayectoria de ambos genios que Héctor Alterio, a lo largo de su carrera trabajó con directores como Juan José Campanella; Manuel Gutiérrez Aragón; Eduardo Mignona; Marcelo Piñeyro, entre otros. En cine trabajó en “El hijo de la novia”; “Plata quemada”; “Cenizas del paraíso”; “Camila”; “La historia oficial”; “La Patagonia Rebelde”, etc. En teatro participó en “El túnel”; “El mercader de Venecia”; “Yo, Claudio”, etc. Por algunos de sus trabajos ha recibido los premios Goya; Cóndor de Plata; Premio de la Asociación de Cronistas de Nueva York; Concha de Plata, entre otros galardones.
Por su parte, José Sacristán inició su carrera actoral en 1960. Ha trabajado con directores como Adolfo Aristarain; Fernando Fernán Gómez; José Luis Garci; Pilar Miró entre muchos otros. En cine protagonizó más de 120 películas de las cuales destacaremos como de carácter obligatorio para quien verdaderamente quiere gozar de un trabajo excelente disfrutando de esa clase de películas que dejan huellas en el corazón, en la memoria y en el alma: “Solos en la madrugada”; “Asignatura pendiente”; “Roma”; “Cosas que hacen que la vida valga la pena”; “Yo me bajo en la próxima, ¿y usted?” y “Cara de acelga”, las cuales también dirigió. “El vuelo de la paloma”; “La colmena”; “Un lugar en el mundo”, etc. Entre sus últimos trabajos como actor en teatro se encuentran “Almacenados; “Danza Macabra”; “My Fair Lady”; “La muerte de un viajante”; “El hombre de la Mancha y “Un Picasso”, obra que también dirigió.
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