3/3/08

Entrevista a Aldo Ferrer

“Los países crecen de adentro hacia afuera y no a la inversa”

En los prolegómenos de la tormenta de Santa Rosa, sobre la bellísima Avenida Libertador y al caer la tarde, Doctrina Metalúrgica tuvo la oportunidad de conversar con el destacado economista Aldo Ferrer, quien actualmente se desempeña como miembro del directorio de Enarsa, acerca de la economía del país y los modos de integración con los países de la región.

P- ¿Cuáles cree que son hoy los problemas centrales de la actual realidad económica argentina?

A.F- En primer lugar es preciso generar empleo para elevar el nivel de vida de la gente y mejorar las condiciones sociales. Ese es el gran desafío inmediato argentino. Para eso hay que crecer, distribuir y consolidar el poder nacional de decisión, es decir la capacidad del país de insertarse en la economía mundial defendiendo sus propios intereses y sus propios objetivos.

P- usted en muchas ocasiones ha subrayado la necesidad de implementar una “integración sostenible”, como estrategia para reforzar el Mercosur ¿Cómo se llega a concretar esto, de qué manera?

A.F- En primer lugar hay que tomar nota de que el Mercosur es útil para que los países se desarrollen y construyan economías nacionales viables. Esto implica que las reglas de juego del sistema sean compatibles con el desarrollo de todas las partes. Teniendo en cuenta las grandes diferencias y las grandes asimetrías que hay dentro del mercado regional, es preciso crear políticas conjuntas y comunitarias de desarrollo industrial, de sistemas productivos, desarrollo de la ciencia y la tecnología que permita repartir con equidad los frutos de la integración. La integración del Mercosur es muy distinta a la integración europea, donde inicialmente las que se integraron fueron naciones industriales avanzadas. Estos, en cambio son países que todavía están en proceso de construcción nacional y por lo tanto, las normas tienen que ser consistentes con el crecimiento de cada una de las economías nacionales. Se debe apuntar al desarrollo conjunto del sector industrial, metalmecánico, bienes de capital, cooperación en materia tecnológica y luego ampliación del mercado para ir construyendo un espacio solidario, que además permita concertar sus políticas frente al resto del mundo en materia comercial, en materia financiera, en materia de acceso al conocimiento, incluso en materias políticas como el problema de la seguridad nacional. Hoy el Mercosur constituye un espacio muy importante con la incorporación de Venezuela, ya que abarca desde el Caribe hasta Tierra del Fuego, prácticamente toda la costa atlántica de América del Sur con un inmenso potencial de desarrollo donde esta pendiente en todos los países del área la cuestión social. Entonces, el Mercosur debe servir también para crear condiciones de trabajo, empleo para acabar con la pobreza y la desigualdad, que es el gran problema de todos los países del área.

P- Usted se ha referido en otras oportunidades al concepto geopolítico de “Centro-Periferia” y la conformación de un Bloque latinoamericano para competir con bloques tales como la Unión Europea entre otros....

A.F- Sí, en realidad no se trata de competir. Es decir en el mundo globalizado es necesario tener políticas nacionales muy claras, que permitan participar en la globalización fortaleciendo la propia realidad interna. Porque si un país se abre indiscriminadamente, como nos ocurrió a nosotros, que nos abrimos en materia comercial, financiera, con inversiones extranjeras terminamos siendo desorganizados desde afuera y fracturados en el espacio interior... La importancia que tiene la integración es que trabajando juntos y cooperando podemos tener respuestas más sólidas frente al resto del mundo. No es un problema de disputa, es un problema... ¿cómo le diría?... Tal vez se parece bastante a lo que podría ser una competencia deportiva en un campeonato de fútbol. Los equipos se preparan, no para destruir al contrario porque sin el contrario uno no existe, sino para sacar el máximo de provecho de esa competencia.

P- Ahora, ¿no se corre el riesgo de que Brasil termine transformándose en cabeza de Bloque y se produzca un desequilibrio en la región?

A.F- Eso no depende de Brasil sino de lo que hagan el resto de los países del bloque.. La forma en la que se comportó Argentina, achicando su aparato industrial fue poniendo al país en una posición de menor desarrollo relativo, pero eso no fue culpa de Brasil, sino de las malas políticas que se implementaron en la Argentina; el tipo de cambio sobrevaluado, el desmontaje industrial, la privatización indiscriminada, la venta del petróleo y de los principales recursos (cosa que Brasil no hizo); la destrucción de núcleos tecnológicos avanzados como fue todo el tema de la industria aérea que fue desmantelada, mientras que Brasil construyó Embraer, una gran empresa aeronáutica a nivel internacional. Entonces nuestro problema no es Brasil. Nuestro problema somos nosotros mismos. Si nosotros no fortalecemos el desarrollo nacional, necesariamente se produce una relación de subordinación, en el no desarrollo relativo, no sólo frente a Brasil sino frente al resto del mundo.

P- Hablamos de integración, sin embargo ¿cómo interpreta usted por ejemplo la actitud que ha tenido el presidente de Bolivia Evo Morales con respecto al tema de la nacionalización de los hidrocarburos o la decisión del presidente de Venezuela, Hugo Chávez de romper con el Pacto Andino?

AF- Creo que son problemas distintos. Yo no opinaría sobre la decisión venezolana de romper con el Pacto Andino, porque creo que ese es un problema de la política exterior de Venezuela. Y en el caso del presidente Evo Morales, Bolivia tiene el derecho soberano de explotar sus recursos, el tema es que no basta con nacionalizarlos, hay que industrializarlos y para eso los bolivianos tendrán no solo que consolidar la nacionalización sino además crear las condiciones propicias para que el desarrollo pueda producirse. Y eso llevará supongo a acuerdos viables con las empresas que están operando en Bolivia.

P- ¿Cómo sería hoy, siglo XXI un proyecto desarrollista nacional? Porque uno tiene en mente el modelo del desarrollismo clásico de la Argentina durante la presidencia del Dr. Arturo Frondizi.....

A.F- Yo diría que los principios fundamentales siguen siendo ciertos. El desarrollo en la época de Frondizi y ahora sigue siendo esencialmente un proceso de construcción nacional, de modernización del Estado, de desarrollo de la industria, de la tecnología, de integración de las cadenas de valor, de integración territorial, de ser un país soberano. En el mundo moderno sigue siendo lo que siempre fue. Un proceso, primero de construcción nacional integrado al mundo, que sea consistente con el propio desarrollo nacional. En el fondo es un proceso que se realiza primero en el propio espacio porque los países crecen desde adentro hacia afuera y no a la inversa.

P- Al respecto, usted mencionó en cierta ocasión que para poder tener protagonismo en el escenario internacional primero era necesario desarrollarse en el escenario nacional. Y esto me trae a la mente las palabras de Leopoldo Marechal, quien decía que “Un escenario vacío es una petición de historia”..... Y realmente por momentos uno ha tenido la sensación de que acá en el país ha habido escenarios vacíos o banderas vacantes...


A.F- Claro, porque se partió de la idea de que el desarrollo del país dependía de la decisión de otros y de que la Argentina no podía –según esa visión- tener su propio proyecto nacional, sino que todo dependía de la buena voluntad de los Estados Unidos. Eso fue lo que llevó a la implementación de la política neoliberal, que fracasó y no podía ser de otra manera. Porque no hay ningún país en el mundo que se haya desarrollado con esas ideas. Todos los países exitosos en el mundo hacen políticas fuertemente nacionales como es el caso de los países asiáticos, que se integran al mundo consolidando su poder nacional. Acá se desmanteló el Estado, se privatizaron los principales recursos y el país se endeudó hasta el límite de la insolvencia con una crisis muy grave como la que vivimos hace cuatro años......

P- El ex ministro de Economía, Domingo Cavallo, durante su gestión señaló que en la Argentina existían “áreas viables” y “áreas inviables”. Dentro de esas “áreas inviables”hay una extensa masa de seres que no tienen acceso a nada; lo que hoy conocemos como los excluidos del sistema. ¿Cómo se hace para reinsertarlos en la sociedad?

A.F- Los excluidos del sistema son fruto de los que administraron el sistema, con políticas de desindustrialización, de achicamiento productivo y concentración de la riqueza. Eso fue lo que provocó un aumento fenomenal en la tasa de desempleo, la desocupación y un aumento enorme de la desigualdad en la distribución del ingreso. La exclusión y la pobreza no son un accidente; es el fruto de una política y de una forma de manejar el país y la forma de resolver el problema es cambiando la política. Yo creo, en este sentido, que ha habido avances importantes en el último tiempo, al volver a recuperar el sentido de un país, que tiene que ser industrial, integrado, generador de empleo, de industrias. Eso va a acabar con la pobreza y la exclusión. Todos ,los países en el mundo que están saliendo de la pobreza con éxito son los que están desarrollando sus economías nacionales.

P- En esta cuestión, ¿Debería intervenir el Banco Nación?

A.F- El Banco Nación es un instrumento financiero, útil. Desde luego es un actor importante y uno de los actores del que dispone el Estado para la política de desarrollo.

P- En cuanto a la cuestión laboral ¿Cree que estos últimos aumentos salariales son una solución real o parcial para los trabajadores?

A.F- El deterioro del salario real y el aumento del desempleo y el aumento de la proporción de la mano de obra que trabaja en el mercado negro fue consecuencia del deterioro económico argentino. Entonces, en la medida en que se vaya fortaleciendo la economía y generando espacios de rentabilidad, de inversión, de empleo, y esto es complementado con políticas públicas, de educación, de salud, de defensa del Medio Ambiente se ira generando un cuadro distintos donde la gente encuentra oportunidades, mejores empleos, de mayor calidad, mejores remuneraciones, en condiciones sociales más favorables. Esto no se resuelve de la noche a la mañana. Es un proceso que requiere persistencia en el tiempo de políticas de defensa del interés nacional y del interés de la gente.

P- ¿Cómo ve al Gobierno actual respecto a la voluntad de querer llevar a cabo todas estas políticas?

A.F- Bueno, yo creo que hay un cambio muy importante en el país, que fue consecuencia de la propia crisis, que demostró que el país tenía que arreglarse con sus propios medios. Y el Gobierno instrumentó esa voluntad de cambio en el país, a partir de políticas que permitieron esta recuperación de la gobernabilidad, del presupuesto, de la moneda, del tipo de cambio que permitieron este aumento de la producción y en cierto sentido una mejora de las condiciones sociales. Lo que ocurre es que el proceso recién está arrancando, y lo que queda por delante es todavía muy importante. Por eso hay que crear los espacios de consenso político y social para sostener políticas de defensa del interés nacional. Pero el Gobierno actual ha tenido logros importantes; el tema de la deuda, y la forma en la que resolvió dicho problema, la soberanía fiscal, etc. Y ahora por ejemplo, el país no tiene que pedirle nada a nadie para funcionar porque se está arreglando con lo que tiene.

P- ¿A qué sector productivo tendría que apostar el Gobierno para que el país siga creciendo?

A.F- A todos los sectores. Acá la producción, en una nación moderna debe ser una producción diversificada que incluya la producción agraria, la minería, la energía, los minerales, los servicios, el comercio, las finanzas. Es decir, en la medida que las reglas de juego de la economía abran las puertas de las posibilidades de la inversión, en todo el aparato productivo, la inversión viene. La inversión esencialmente interna, el ahorro interno encuentra así espacios para invertir y para crecer y deja de irse del país como nos pasó durante tanto tiempo y por lo tanto la economía va creciendo en todos los sectores; abierta al mundo con una mayor capacidad competitiva para exportar, para generar las divisas que también son necesarias. Pero yo diría que puede haber en algunos sectores la necesidad de políticas activas como por ejemplo las pymes con políticas específicas de apoyo a las pequeñas y medianas empresas, en materia de empleo, de capacitación, de ciencia y tecnología. Políticas activas en algunos sectores estratégicos como por ejemplo en el sector informático donde otros países han aplicado políticas focalizadas. Entonces en una economía de mercado, que se desarrolla, hay un marco general y después de políticas focalizadas en algunos puntos estratégicos.

P- Hay todo un mito con respecto a la fuga de los recursos naturales y las riquezas que posee la Argentina. O bien que terminen en posesión de empresas privadas o manos particulares extranjeras. ¿Qué hay de cierto en todo esto?

A.F- Bueno lo que hay de cierto es que el país tuvo una pésima e indiscriminada política que provocó un gran nivel de extranjerización de los principales sectores. La mayor parte de las grandes empresas argentinas son filiales de empresas extranjeras. Gran parte de la infraestructura, del petróleo, la energía está explotada por empresas extranjeras. Hay otros países que han recibido inversiones del exterior sin perder el control de la situación, manteniendo el predominio de los intereses propios. El problema no es la inversión extranjera; el problema es qué hacemos nosotros para que la inversión que viene de afuera sea compatible con el interés nacional. O que las que están, actúen en marcos regulatorios consistentes con el interés nacional.

P- ¿Cuál es su programa de trabajo actualmente como miembro integrante del directorio de Enarsa?

A.F- Enarsa está cumpliendo con lo que le encarga la ley que la constituye. Entre las tareas más importantes esta todo el tema de la exploración de la plataforma submarina, donde ya se han firmado varios contratos para realizar varios estudios de exploración, y eventualmente si se detecta que hay reservas, se implementa la producción. Después están entrando una serie de negocios y se está participando en licitaciones con varias provincias en la exploración de ciertas cuencas y desarrollando programas en materia de energía no convencional, como la energía eólica y una serie de actividades y despliegues en el sector energético, dentro de los límites con los cuales fue constituida dicha entidad. Enarsa, prácticamente no tiene capital propio, sino que lo que hace es generar proyectos para los cuales convoca el aporte de tecnología y capitales de terceros.

CURRICULUM DE ALDO FERRER

Es profesor titular de la Universidad de Bu4enos aires. Se desempeñó como ministro de Obras y Servicios Públicos de la Nación en 1970; fue Ministro de Economía y hacienda de la provincia de Buenos Aires, Ministro de Obras y Servicios Públicos y Ministro de Economía y Trabajo.
Fue presidente del Banco de la provincia de Buenos Aires y Presidente de la Comisión Nacional de Energía Atómica. Miembro Honorario del Consejo de Economistas de México. También trabajó como consejero económico de la Embajada Argentina en Londres y fue funcionario de la Secretaría General del las Naciones Unidas y del Banco Interamericano de Desarrollo.
Asimismo coordinó la Comisión Organizadora del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, del cual fue su primer secretario ejecutivo. Ha recibido varios premios Konex.
Desde principios del 2006 se desempeña como miembro integrante del directorio de Enarsa, una empresa estatal petrolera, creada en 2004 con el objeto de reemplazar a la privatizada YPF. Integra el llamado Grupo Fénix, formado en el año 2000 por economistas argentinos para diseñar un modelo alternativo a las políticas neoliberales impulsadas por el Consenso de Washington. Es uno de los economistas más activos en la denuncia de los efectos negativos de los fenómenos globalizadores sobre los países periféricos.
Publicó destacados trabajos, tales como: “El Estado y el desarrollo económico”; “la economía argentina”; “Tecnología y política económica en América latina”; “La Posguerra”; “¿Puede la Argentina pagar su deuda externa?”; “El país nuestro de cada día”; “El devenir de una ilusión: la industria argentina hasta nuestros días”; “Nacionalismo y Orden Constitucional”; “Historia de la Globalización II”; “Hechos y ficciones de la Globalización: Argentina y el Mercosur en el sistema internacional”; “De Cristóbal Colón a internet: América Latina y la Globalización”; “Vivir con lo nuestro. Nosotros y la Globalización”, entre otros.

Informe y texto: Karina Donangelo

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